El sueño es algo natural del cuerpo e inevitable. Cuando lo sentimos , producto del cansancio, la respuesta a este agotamiento se traduce en dormir. Lo cual es la mayor satisfacción. ¡No hay nada mejor que DORMIR!. Todos en un momento de nuestras vidas nos hemos quedado dormidos en algún lugar: en el carro, en un mueble hablando con una persona o en el colegio/universidad. Mientras duermes no hablas, no piensas, no te estresas, no discutes… solo…
duermes . Y por eso es que lo disfrutamos tanto porque éste te permite desconectarte de los afanes de la vida , descansar y simplemente relajarte.
Pero, ¿Cómo si estás durmiendo, alguien te puede hablar? ¡no entenderás nada!
Al dormirte le indicas al otro que no te interesa lo que te está diciendo. Eso nos pasa constantemente con algunos profesores, el sueño nos invade y no captamos nada de lo que dice. Pero aunque te lo explique un compañero no es lo mismo escucharlo directamente del que conoce lo que esta explicando.
Cito éstos ejemplos porque la mayoría de nosotros luchamos con el sueño en el momento de orar. Y nos quejamos ante Dios porque «supuestamente» El no escucha ni responde tu oración, ni mucho menos puedes escuchar su voz. Dios está ansioso de hablar con sus hijos pero si llegas lleno de sueño ante su presencia le dices 2 o 3 palabras para no sentirte culpable y luego te duermes; estas dejándolo todas las noches con las respuestas a tus oraciones, en la boca.. ¿Cómo vas a escuchar su voz si estas durmiendo? Tu cerebro y mente están desconectados en ese momento. ¡Dios no habla con zombis (gente muerta)!
Si El es un Dios vivo y su palabra es viva, El pretende dársela a personas VIVAS o sea que estén despiertos.
En efesios 5:14 dice: «¡Despiértate tu que duermes, levántate de los muertos y Cristo te alumbrará.» Cuando algo está en tinieblas, las cosas no est[an claras ni entendibles pero cuando la luz de cristo te alumbra se abre tu conocimiento y éste te hace entender las maravillas de Dios.
Toma un momento específico en el día para escuchar la voz de Dios con tus 5 sentidos dispuestos. No andes mendigando profecías, ve directamente a Jesús quien te revelará todo a la luz de su palabra. ¡Pero debes estar despierto!
«No debemos pues, dormirnos como los demás, sino mantenernos alerta y en nuestro sano juicio.» 1 Tesalonicenses 5:6 (NVI)
Por Mariel Guerrero
De arriba: D-vos 